Las Pedagogías Emancipadoras de Nuestra América

Focalización sobre la Ideología y Obras de Simón Rodríguez

Hace 251 años nació uno de los grandes maestros de la historia. Entre la noche del 28 y la madrugada del 29 de Octubre de 1769, en Caracas, Venezuela, nace Simón Narciso Jesús Rodríguez (Caracas, Venezuela, 1769 - Amotape, Perú, 1854).




 Fue un educador, escritor, ensayista, filósofo, tutor y mentor del Libertador venezolano Simón Bolívar (1783-1830),  fue un visionario defensor de la educación pública.


La larga carrera de Simón Rodríguez como educador  se inicia oficialmente cuando el Cabildo de Caracas le otorga, en 1791, el permiso para ejercer de maestro de escuela de primeras letras en la única escuela pública de esa ciudad. Claro está que la formación autodidacta emprendida desde muy joven habla de un inicio más temprano en su carrera y de un encuentro prematuro con la vocación del saber, la reflexión y el pensamiento.

En ese entonces gran parte de América se regía por la colonización y gobierno español, por lo que los preceptos y formas de pensar en aquella época estaban avocadas a un régimen monárquico correspondiente a gobiernos del otro lado del mundo, haciendo que las tecnologías de ese momento estaban dispuestas solamente para personas de rangos jerárquicos, y la sociedad correspondiente a castas extranjeras. Esto despojó de educación y derechos a toda la sociedad autóctona de América, tanto niños como adultos, provenientes de diferentes culturas (negros, indígenas, mestizos) no poseían derechos ni educación. 


Rodríguez, indignado por ese accionar de las autoridades, reflexiona en que la educación debe ser para todos los ciudadanos. Por su posición política dentro del Cabildo decide expresar oficialmente la inclusión de niños de diferentes castas al derecho de la educación. Esto mismo alteró significativamente la forma tradicional de vinculación entre personas y grupos de la sociedad, e introdujo la acción de un principio igualitario. Esta idea de la igualdad contenida en la escuela para todos porque todos son ciudadanos creo discordia entre los grupos de elite y la sociedad extranjera. Su ideología social y política empezaba a tomar forma de manera en que esta inclusión suponía dejar de diferenciar dos sociedades y transfórmalas en una sola, llamada Republica, esta no podía ser un compuesto de cuerpos y órdenes, todos componen el pueblo y cada uno debe obedecer al pueblo, porque el pueblo es el soberano.. En su irrenunciable condición de hombre que dice lo que piensa y actúa como piensa, aun en riesgo de no ser bien recibido o expulsado del régimen español no fue impedimento alguno para que renunciase a sus sueños por una América libre e igualitaria. Así nace otro aspecto de su persona, la militancia de la idea de que todos los niños serian recibidos en su escuela sin exigir condición alguna para su ingreso. De esta manera decidió que la igualdad era un principio y no un objetivo.


Más precisamente, en la ciudad de Chuquisaca, en el siglo XIX abrió una escuela y decidió recibir a alumnos sin distinción alguna, y por primera vez en la historia juntó en el salón de clases a niños provenientes de distintas castas en calidad de iguales, niños provenientes de familias adineradas y familias pobres, niños blancos y negros. Así, la idea de una escuela multicultural empieza a dejar de ser un sueño para convertirse en una realidad.


La fragmentación social sobre la base de la distinción racial fue un patrón común a partir del cual se desarrolló la vida cotidiana dentro de los territorios del imperio español. Por lo que la idea de Rodríguez sobre igualdad crecía y se transformaba en la idea de lo que llamamos Republica. Una sociedad común con carácter de igualdad de derechos sobre toda persona que resida en América, de esta manera se forjaba la idea de la emancipación del régimen español. Dejar de pensar en formar parte de un régimen extranjero impropio para establecer un nuevo régimen político e independiente común a los pueblos de América Latina. Un nuevo régimen en el cual el pueblo pueda tomar decisiones pertinentes a las diferentes problemáticas de la realidad en ese momento. 


A lo largo y ancho de las colonias españolas de América, junto a la enseñanza privada, existieron diversos tipos de instituciones escolares de primeras letras a las que asistían los chicos. Cada una de ellas acomodaba sus programas y constituciones, de acuerdo a la extracción social. Las diferentes casas religiosas desarrollaban una labor pedagógica en todo el vasto territorio. Crearon y dirigieron diversos tipos de escuelas a las que asistieron de manera diferenciada indios, mestizos, negros y blancos. Los cabildos sostenían escuelas municipales en las que solo admitían niños católicos. Sin embargo, la mayoría de la población escolar se ajustaba a una serie de condiciones vinculadas a la pureza de sangre y el escalafón que sus familias ocupaban dentro de la sociedad.


En el interior de este tipo de sociedades fragmentadas y jerárquicamente ordenadas en torno a un sistema de castas, Rodríguez tomó la decisión que alteró y transformó un determinado estado de las cosas.


Rodríguez sostuvo en su rol de director de la escuela modelo de Chuquisaca que todos los niños fueran recibidos en calidad de iguales en el interior de sus aulas. Dicha posición quedo acuñada en forma de proposición universal en las Sociedades Americanas. Rodríguez fue un visionario del futuro por venir, introdujo la enseñanza de las ciencias como parte de la educación para un mejor posicionamiento laboral de las familias, de esta manera los niños pobres de padres de profesión sirvientes de las clases privilegiadas, tuvieran los conocimientos y la experiencia para que el día de mañana formen parte de la revolución industrial y tecnológica en vez de vivir y crecer con el único futuro reflejado de sus padres.


La igualdad para Rodríguez, no era un concepto que debiera ser demostrado, sino un nombre cuyas consecuencias se verificaban en cada uno de sus actos. Ningún ciudadano valía mas que otro, ni tenían privilegios u obligaciones especiales derivadas del lugar de procedencia social. La escuela debía partir de la igualdad y no de la desigualdad. Esto no lo planteó solo para la educación sino también para una nueva política de estado. La función política de la institución educativa no era hacer algo por igualar a aquellos que se presentaban como desiguales, sino postular su igualdad y actuar en consecuencia de ello. Esta igualdad funcionó como principio indemostrable y se mantuvo exclusivamente en el peso de una decisión. Su idea de igualdad es la expresión conceptual de la transformación que supuso para la educación y la política del siglo XIX, la idea de igualdad fue la posibilidad para comprender su intervención en un proceso político de emancipación, que interrumpió, alteró y transformó la situación escolar. De esta manera se instauraba la práctica educativa como una práctica política. La relación entre la educación implicaba un nuevo pensamiento entre los habitantes como un pensamiento común latinoamericano. Es así, que su discípulo, El Libertador Simón Bolívar comparte los sueños e ideologías de su mentor y decide liberar a las masas oprimidas por el imperio español. Por lo que este pensamiento latinoamericano común se propago por las diferentes colonias españolas de América, la emancipación del estado español.


Esto mismo le trajo muchos problemas a nivel político a Rodríguez, los opresores, descontentos por su accionar y diseminar un pensamiento liberal hizo que tuviera que exiliarse y escapar a los Estados Unidos cambiándose el nombre como Samuel Robinson, para no ser reconocido. Asentaron denuncias reiteradamente en relación a la calidad moral, fue acusado de irreligiosidad, herejía, impiedad e inmoralidad. Pero esto mismo no sucumbió su idea y su accionar. Vivió en Italia, Alemania, Rusia, Prusia, Países Bajos, Chile, Bolivia, perfeccionando sus conocimientos y pedagogías, y principalmente se estableció en Francia, donde abrió una escuela y siguió su trabajo docente y diseminando su ideología de igualdad. Esto nos demuestra las grandes dificultades que presenta un educador a la hora de implementar nuevas ideas de mejoras de enseñanza, muchas veces debemos actuar en lugar de proponer ideas, y aceptar la controversia que esto acarrea, la tarea de educar no es fácil, no solo estamos alfabetizando al educando, sino también lo estamos haciendo al sistema político mismo, por lo que la educación acarrea grandes responsabilidades y aspectos políticos, la educación se vincula conjuntamente a una idea de militancia por la igualdad, y esta militancia política a veces no es bien recibida por aquellas clases sociales opresoras. La política educativa reproduce un pensamiento, una idea, un sueño, por lo que esta lleva un carácter emancipador de la educación, que nos hace independientes de pensamiento en lugar de seguir a un solo común social, nos hace reflexivos y críticos del propio sistema adquirido, por lo que la educación y la militancia se encuentra en un constante cambio, tanto, los profesores como intelectuales transforman el pensamiento de la sociedad, en una sociedad critica no solo del sistema que los oprime sino también de ellos mismos para crecer continuamente, para promover un cambio en la sociedad y que ese cambio sea constructivista.


Finalmente Simón Rodríguez vivió sus últimos años en Ecuador, de la ayuda y hospedaje de algunos amigos y personas que se encarecían con él. Jamás renunció a sus ideales, su pensamiento y la acción del principio igualitario sostuvo y sostiene hasta hoy en día la inclusión de todos los niños al sistema educativo, sin distinción alguna y en calidad de iguales, en un espacio escolar común como parte constitutiva de una Republica y constituyó su inscripción en un proceso histórico de emancipación.

La idea de igualdad que pensamos es la operación a través de la cual una persona decide incorporarse a un proceso de cambio en un movimiento histórico determinado. La idea de igualdad debe formar parte del universal común entre la sociedad, dejar de ser sociedades diferentes para converger en una sola. El único enemigo del hombre es uno mismo, si dejamos de creer en nosotros mismo, dejamos de ser una sociedad de iguales. El pensamiento y la militancia por la igualdad de oportunidades es la herencia mas preciada que nos dejó este maestro, no solo de profesión docente de cátedras educativas, sino también puede verse considerado como un maestro de ser humano. Las personas de una sociedad de iguales no deben perder su vínculo cultural de pertenencia (sus raíces). La igualdad reside en la afirmación de mantener las identidades de cada uno, propone una nueva forma de relacionarse en una república como sociedad común de muchos.

Conclusión y Reflexión Pedagógica

Al adentrarme cada vez más en el conocimiento pedagógico de grandes autores, más miedo me da poseer el pensamiento crítico a través de la educación como práctica de la libertad. Tomando conciencia de la realidad en la que vive el individuo. Como ser oprimido siempre sujeto a las determinaciones de los opresores, hace que el sujeto oprimido se transforme mediante la praxis educativa en un opresor. 

¿Cómo conocemos la tiranía de  nuestros gobernantes? Simplemente porque la padecemos. 

Pero, ¿cómo podemos transformar el pensamiento para erradicarla? La respuesta es simple; tener la iniciativa de los oprimidos para luchar frente a los opresores y liberarse para llegar a la praxis. 

Esto quiere decir que el oprimido experimenta una sensación del poder que lo comprime, liberando su lucha por defenderse, pero como el sistema no cambia, éste genera un sentimiento y un deseo de convertirse en un opresor tan solo para ganarse ese poder algún día. 

Constantemente nuestros profesores nos piden que seamos críticos de la educación, pero solo podremos cambiar la sociedad dejando de ser opresores de nosotros mismos. 

El cambio educativo representa al mismo tiempo una amenaza y un desafío para los profesores de la escuela pública. Esa amenaza está representada por una serie de reformas educativas que muestran una escasa confianza en la habilidad de los profesores de la escuela para ejercer el liderazgo intelectual y moral.


Así de esta manera entendemos por educación a la formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece. 

En esta democratización de la cultura, encontramos necesario prestar atención especial al déficit cuantitativo y cualitativo de nuestra educación, y a su vez, éstos constituyen un obstáculo al desarrollo de un país y a la creación de una mentalidad democrática. 

Así como lo indica Karl Mannheim (Budapest, 1893 - Londres, 1947) en su libro “Libertad y Planificación”; que en la medida en que los procesos de democratización se hacen generales, se hace también cada vez más difícil dejar que las masas permanezcan en su estado de ignorancia. Esta ignorancia incluye la no participación y la no injerencia que debe sustituirse por la participación critica como forma de sabiduría capaz de optar y decidir.


Así comprendemos a nuestros docentes de hoy en día, que su alfabetización se llevo a cabo en épocas en que la pedagogía era solo un ideal no pudiendo ser materializada, la constante opresión del sistema hizo que no desarrollen su pensamiento crítico para implementar nuevas estrategias de educación, sino que a través de reflexiones pedagógicas postulan las necesidades de la educación como una democratización de la cultura y practica de la libertad. 

El oprimido se transformo en opresor y para que esto deje de suceder debemos estudiar lo antiguo sin que forme parte del presente. Tomando conciencia crítica como representación de las cosas y de los hechos como se dan en forma empírica.


“Solo se conoce la verdad si hemos experimentado la mentira. Si no conocemos la mentira, las praxis serán siempre verdaderas y legitimas.”


La educación en general se dividió en base al estado socio-político de las personas, pero a su vez la educación fue la causante de esa división. 

¿Por qué existen los preconceptos sobre la educación pública como espacio de democratización de la cultura para sociedades populares y clases obreras? 

¿Por qué la educación privada singulariza un grupo como sociedad diferente? 

A mi parecer esta diferencia existe para dividir la sociedad, nos hacen creer que pertenecemos a una clase Obrera y Popular (Oprimida) que nos diferencia de una clase Capitalista (Opresor). Pero que en realidad no pertenecemos a ninguna y formamos parte de las dos. 

¿Cómo es esto posible? 

Por medio de la educación los educandos se transforman en educadores y a su vez estos educadores en educandos, por lo que la división societaria es una ficción para diferenciar las masas mediante alineamientos políticos tan solo para poder seguir dividiendo y seguir oprimiendo. 

De este modo la escuela como espacio de culturización moral, afectiva e intelectual tiene como praxis la transformación de lo popular a lo capital. Una sociedad instruida es una sociedad más desarrollada y productiva. 

Lo popular como definición colectiva refiere a lo que es común en una sociedad, y lo capitalista refiere a lo que no es tan común, pero ¿qué es lo que diferencia realmente estos dos conceptos? 

Como ya dije anteriormente, es la misma educación. Por lo que esta se caracteriza como un elemento reproductor y emancipador.


Cuándo estudiamos a nuestros maestros americanos latinos, como es el caso de Simón Rodríguez, José Julián Martí Pérez (La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895), Paulo Freire (Recife, Brasil, 1921 - São Paulo, 1997), Orlando "Nano" Balbo, Gabriela Mistral (Seudónimo literario de Lucila Godoy Alcayaga; Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957), y otros, lo hacemos para rescatar el pensamiento crítico y actualizado del acumulado pedagógico emergente de nuestra propia historia. 

Analizamos la educación desde una perspectiva teórica y política, ciertas características o componentes que consideramos “deberían tener” una educación emancipadora. La emancipación no deja de ser una apuesta política y pedagógica  cuyo correlato en la práctica puede asumir diversas formas. 

Promovemos aquello que hemos denominado "Prácticas Pedagógicas Emancipadoras", nos situamos en el nivel del aula, donde cotidianamente tienen lugar prácticas de la enseñanza que se caracterizan, desde nuestra perspectiva, por apuntar hacia la des enajenación de los procesos de enseñanza y aprendizaje en el ámbito de las instituciones educativas.


El análisis de aquellas experiencias educativas concretas que apuntan a la formación de hombres y mujeres sensibles, libres, críticos, comprometidos y solidarios constituyen el punto de partida de cualquier intento de construcción de una pedagogía emancipadora. También trata de iniciativas que se encuentran dispersas en espacio y tiempo, y que nuestra principal tarea consiste en avanzar en procesos de articulación teórica y política entre aquellas experiencias educativas que en la actualidad se encuentran fragmentadas.


Con esto, vemos que todo el trabajo y lucha de los grandes maestros latinoamericanos, en especial Simón Rodríguez, queda como historia de un pasado que no llega establecerse en este presente.


Pero, ¿cómo es posible que nos hallamos desviado tanto en el progreso que ellos han proyectado? ¿Cuáles son sus logros de transformación y emancipación intelectual? ¿Qué conceptos hemos de definir correctamente?


Simón Rodríguez, maestro y pedagogo entre otros títulos, lucho por una republica americana libre, la democratización de una cultura común y educación popular. Así como otros autores del trabajo practico propuesto, lucho por el derecho de hombres, mujeres, niños e indígenas. En su anhelo de convertir la educación en un común universal, donde no se discriminase por su etnia, religión, alineamiento político, y estatus socio-económico, definió que el objetivo principal de la escuela es el de disponer la motivación de los niños para hacerlos capaces de todas las empresas (para las artes, el comercio, y todas las ocupaciones de la vida). Con ello vemos claramente lo que mencione anteriormente, que el supuesto oprimido de clase social popular mediante la praxis de educación se convierte en opresor de estatus “Capitalista” u oligarca como hoy en día se lo menciona. Estos conceptos bien definidos por Simón Rodríguez,  y mal interpretados por nuestra sociedad generan la discordia social y separatista de nuestros tiempos.


Simón  Rodríguez  propone la creación de nuevas escuelas y cuestiona la falta de experiencia pedagógica de algunos maestros, exige buenos sueldos y defiende la inclusión multicultural.  Su logro más destacado e importante fue que por primera vez en la historia de la educación latinoamericana, una escuela parte de una idea de igualdad no como un objetivo sino como un principio del cual se parte, no para alcanzar igualdad, no para demostrarla, sino para comprobarla en los actos.


Simón Rodríguez cree en el progreso de la sociedad mediante la educación para la independencia de  la construcción de sistemas democráticos. Esto es un claro ejemplo de que hoy en día la educación es un instrumento de división política social, en el sentido en que algunos partidos políticos hacen diferencia de quienes están instruidos y los que no, para generar discordia oprimiendo a las masas haciéndoles creer que ser obrero y popular no pertenecen al círculo generado por la educación llamado Capitalismo, sino que pertenecerían a un circulo “Autónomo Productivo”. Y pues este título hoy en día se emplea para definir solo aquellos que pudieron alcanzar una educación y generar progreso en sus propias vidas. 

La palabra “oligarquía” se divide por su definición, siendo “oligos” para unas pocas personas y “arquia” hace referencia a una clase social de poder. Este privilegio mencionado es el resultado de la educación. Dado que esos partidos políticos que concentran clases obreras deben luchar por la igualdad de oportunidades respecto a la educación y no solo a subsidios por falta de empleo y/o empleos relacionados a su estatus social del presente, sino que deben instar a la educación de esa clase obrera para generar en ellos un estado de poder sobre ellos mismos. Solo con educación un estatus social inferior cambia debido a que esos obreros son introducidos al mundo para ser parte de él, y de esa manera la división de las masas queda sin efecto concluyendo a un estatus social popular. Popular se debe a lo que es común dentro de una sociedad, y lo común debe referirse a la educación y de esta forma dejaremos de estar tan separados para formar una sociedad común y popular en la que predomine la educación como primera necesidad básica de los habitantes del mundo.


Y como bien dice Rodríguez, que la creación de una Republica es sinónimo de educación popular. El hace referencia a la independencia y a la libertad conjuntamente. La independencia se hace a través de las guerras, pero la libertad solo se adquiere mediante la educación. Con la definición de ganarse la independencia a través de las guerras, me refiero a ser militante para que seamos independientes y luchemos por nuestros ideales populares como sociedad unida y legítima, y en base a ella adquirir la libertad de elección personal. 

¿Qué es lo que quiero decir con esto? 
Que aunque en un futuro logremos la unidad de la sociedad como un común popular instruido, cada persona es libre de optar y aprovechar el resultado de la praxis educativa. Siempre habrá clase obrera, siempre habrá pobres, siempre habrá marginados, pero con este cambio, cada individuo será responsable de sí mismo y de sus decisiones. Si cada uno se encuentra instruido es de uno mismo la opción de seguir siendo de clase obrera, por decir una clase social de hoy en día en la que se la considera inferior dado que no tienen los recursos necesarios para su independencia.


La formación de la sociedad como Republica es el común del pensamiento latinoamericano, dado que la verdadera “Oligarquía” no es propia de este continente sino del continente Europeo y Asiático en los cuales sus países se han regido por monarcas. De esta manera, la emancipación de la educación es una praxis de transformación y de cambio. La ilusión de aquellos oprimidos, de países con régimen monárquico, que esperan educación por parte de opresores para ganar libertad, los impulsa a abandonar su región de origen para formar parte de la Revolución Latino-Americana Popular

El viaje de Simón Rodríguez concluye con un juramento. En el Monte Sacro de Roma jura libertar América del poder español y se suma al sueño bolivariano de la patria grande, y construye un nuevo sujeto político popular multicultural.


¿Qué legado pedagógico nos deja Simón Rodríguez?

Fue un precursor de la educación popular en todas las asignaturas, destacándose en la idea de una educación basada en el aprendizaje de las ciencias (Matemáticas, Físicas y Química) y con ello poder articular la autonomía productiva.


A pesar de todo su trabajo como funcionario en distintos aspectos gubernamentales destinó su salario en la mejora de la infraestructura de las escuelas, de esta manera vivió en forma muy humilde. Una de sus últimas reflexiones: “Yo quiero hacer del mundo un lugar digno para vivir, y en lugar de eso terminé convirtiendo un infierno para mí”. Su militancia por la educación popular lo llevo a la quiebra.

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Concluyo con esto último; que el ser docente no debe ser tomado como un trabajo, sino como la vocación de hacer un mundo mejor, no obstante el educador debe ser remunerado en forma digna, de manera tal, que a través de la educación lleguemos a un pensamiento crítico, que crezcamos como sociedad haciendo prioridad el bienestar de nuestros semejantes principalmente y llegar el día de mañana a cargos políticos para mejorar la condición educativa popular, que sea el común que nos une y que entre todos generemos los recursos para enriquecer las instituciones de formación.
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Bibliografía

1.    WAINSZTOK, C., DURÁN, M., LÓPEZ CARDONA, D., OUVIÑA, H., IMEN, P., Simón Rodríguez y las pedagogías emancipadoras en Nuestra América. Buenos aires, C.C. de la cooperación, 2013.

2.    Serie “Maestros de América Latina, Canal Encuentro.

3.    BOURDIEU, P. Capital cultural, escuela y espacio social. Editorial S. XXI. México. 1997

4.    FREIRE, P. (1974). Pedagogía del oprimido. Buenos Aires: Editorial Siglo XXI.

5.    GIROUX, HENRY. (1990). Los profesores como intelectuales. España: Paidós. Introducción y cap. 9.

6.    SACCOMANNO, G. (2011). Un maestro. Una historia de lucha, una lección de vida. Buenos Aires: Planeta.

7.    FREIRE P. (1973). La educación como practica de libertad. Buenos Aires. Editorial Siglo XXI. 8° Edición.



10.  https://www.telesurtv.net/news/Hace-248-anos-nace-Simon-Rodriguez-maestro-del-Libertador-20171027-0068.html
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Este trabajo y análisis es de mi propia autoria, mis pensamientos e ideologias.

Espero que haya resuelto las dudas de este tema tan contemporáneo y hayan disfrutado la lectura.
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